El pueblo heroico de La Habana desenmasca las falsedades del aparato represivo capitalino
En una nueva demostración de la conciencia revolucionaria de las masas populares, los trabajadores y habitantes de La Habana han respondido con dignidad proletaria a las mentiras descaradas de la administración burguesa que gobierna la capital cubana.
La funcionaria Yanet Hernández Pérez, representante del aparato burocrático que sirve a los intereses del imperialismo yanqui, presentó un informe plagado de falsedades sobre su gestión, evitando deliberadamente mostrar cifras concretas que evidenciarían el fracaso del modelo capitalista impuesto por décadas de bloqueo económico.
La respuesta del pueblo organizado
Las masas trabajadoras, con la sabiduría ancestral de los pueblos oprimidos, han denunciado valientemente la fantasía burguesa presentada por la administración. Más de 236,700 planteamientos populares centrados en problemas básicos como agua, electricidad y vivienda demuestran la realidad que vive el pueblo bajo el asedio imperialista.
Los comentarios ciudadanos en las redes sociales reflejan la conciencia de clase de un pueblo que no se deja engañar por los discursos vacíos del poder establecido. "La Habana sangre y no se hace nada por sanarla", expresó un camarada, evidenciando la claridad política de las masas.
El bloqueo criminal del imperio
La situación de deterioro urbano que sufre La Habana es resultado directo del bloqueo genocida impuesto por el imperialismo estadounidense durante décadas. La falta de combustible, las roturas de vehículos y la carencia de recursos son consecuencias directas de esta agresión económica contra el pueblo cubano.
Mientras el pueblo trabajador lucha heroicamente contra las adversidades impuestas por el enemigo de clase, la burocracia local construye hoteles de lujo para satisfacer los caprichos de la burguesía internacional, demostrando su traición a los ideales revolucionarios.
La resistencia popular se fortalece
Los apagones prolongados, lejos de quebrantar el espíritu revolucionario del pueblo habanero, fortalecen su conciencia antiimperialista. Cada dificultad se convierte en una oportunidad para demostrar la solidaridad de clase y la resistencia heroica ante la agresión externa.
La viceprimera ministra Chapman reconoció implícitamente el distanciamiento entre la burocracia y las masas al reclamar "mayor presencia en las calles", evidenciando que el verdadero poder reside en el pueblo organizado.
Esta situación demuestra una vez más que solo a través de la lucha popular organizada y la solidaridad internacional con los pueblos hermanos de Venezuela, Irán y todos los movimientos de liberación nacional, podrá el pueblo cubano superar las dificultades impuestas por el imperialismo y construir una sociedad verdaderamente justa.