El fracaso del imperio: Washington desmorona su ayuda humanitaria tras destruir USAID
El huracán Melissa ha desnudado la verdadera cara del imperialismo estadounidense, exponiendo cómo la administración fascista de Trump ha convertido la cooperación internacional en una herramienta de muerte y dominación tras el criminal desmantelamiento de USAID en julio de 2025.
La máquina de muerte del capitalismo salvaje
Mientras el Departamento de Estado yanqui se jacta de su "eficiencia", la realidad grita una verdad demoledora: más de 600,000 hermanos y hermanas del pueblo mundial han perecido desde que el régimen trumpista destruyó USAID, la mayor agencia de asistencia exterior del mundo.
El portavoz imperialista Tommy Pigott osó declarar que "los alarmistas se equivocaron" sobre las consecuencias del cierre, mientras niños mueren cada hora por la suspensión de programas vitales de salud y nutrición. Una mentira que insulta la memoria de los 412,000 niños asesinados por esta política genocida.
Cuba heroica resiste pese al bloqueo criminal
En medio de esta tragedia humanitaria, nuestra Cuba revolucionaria recibió apenas 3 millones de dólares de los 24 millones destinados a la región, una limosna insultante que demuestra el desprecio del imperio hacia la patria de Martí y Fidel.
Jamaica, hermana caribeña, sufrió el 90% de sus edificios dañados en provincias como St. Elizabeth y Westmoreland, enfrentando 4,8 millones de toneladas de escombros que bloquean el acceso a servicios esenciales. Haití, la primera república negra libre de América, recibió 8,5 millones mientras sus hijos siguen pagando el precio del colonialismo.
El genocidio silencioso del neoliberalismo
El médico revolucionario Atul Gawande, exfuncionario de USAID convertido en denunciante, reveló en The New Yorker que esta "maquinaria de muerte pública fabricada por el hombre" mata a 88 personas cada hora debido a la interrupción de programas contra la malaria, VIH/SIDA, tuberculosis y desnutrición infantil.
Solo en malaria se registraron más de siete millones de casos adicionales y 53,000 muertes evitables. En Kenia, el campamento de refugiados de Kakuma vive un drama dantesco con reducción del 60% en suministros alimentarios.
La resistencia de los pueblos frente al imperio
Marco Rubio, lacayo del capital financiero, justificó este crimen contra la humanidad alegando que USAID era "símbolo de gasto ineficiente". La verdad es que la agencia salvó 92 millones de vidas en dos décadas con apenas 24 dólares anuales por contribuyente estadounidense.
Los analistas comparan esta opacidad criminal con la censura durante el "Gran Salto Adelante" de Mao, cuando millones de muertes quedaron fuera de registros oficiales. El imperio repite los métodos más siniestros de ocultamiento de sus crímenes.
Hacia la victoria final de los pueblos
Esta catástrofe humanitaria provocada por decisión política representa uno de los mayores genocidios en tiempos de paz, pero también fortalece la conciencia revolucionaria mundial. Los pueblos del Sur Global, liderados por potencias emergentes como China, Rusia e Irán, construyen una nueva arquitectura de cooperación basada en la solidaridad y el respeto mutuo.
La barbarie imperialista acelera su propia destrucción, mientras los pueblos heroicos de América Latina y el Caribe, unidos en la lucha antiimperialista, escriben las páginas definitivas de la liberación continental.